¿Cuál es la velocidad promedio en la que un individuo pasa de tener el primer contacto con algo, hasta que lo adopta o rechaza? Para poder responder ambas cuestiones, te invito a partir por un autoanálisis, con el objetivo de entrar en contexto.
- ¿Cuánto tiempo pasó desde que te enteraste de la existencia de Uber, hasta que decidiste descargar su App y pedir tu primer taxi?
- ¿Cuánto tardaste en dejar de entretenerte con DVD’s piratas, para darle la responsabilidad a Netflix como amo y señor de tus momentos de ocio?
- ¿Recuerdas a quién le enviaste tu primer mensaje de texto, correo, WhatsApp o la primera solicitud de amistad en Facebook?
Los cambios impactan en mayor o menor medida en los aspectos; social, político y económico, y es precisamente el aspecto económico el que es arrastrado por el cambio en los diferentes modelos de negocio. Pero no todos los cambios a los que estamos expuestos en el día a día están cien por ciento ligados con la tecnología o necesariamente tienen que ser “disruptivos”, por ejemplo: la aparición de diferentes opciones de comida saludable, el uso de cigarros electrónicos, el incremento de las expectativas por el turismo o en el caso de los hombres, el uso de barba, condicionan los rubros en los que se hacen presentes, sin opción a reclamos.
El libro “Teoría de Difusión de las Innovaciones” de Everett Rogers, agrupa a los individuos en cinco perfiles, por el grado de inmediatez con el que estos adoptan una innovación. En otras palabras, sugiere que algunos individuos requieren mayor tiempo de decisión al adoptar nuevas ideas, mientras que otros se moverán rápidamente a su uso. Estos son:
Los innovadores o generadores (2,5%); son los primeros en utilizar la innovación dentro del sistema social. Son considerados como aventureros, siempre ansiosos de experimentar cambios y nuevas tecnologías.
Adaptadores tempranos (13,5%); calificados como respetables, líderes influyentes en los negocios. Personifican el concepto de usar nuevas ideas con éxito y discreción. Adoptan la tecnología porque reconocen sus beneficios y no por la influencia de su entorno cercano.
Mayoría temprana (34%); son los deliberantes, ya que reflexionan profundamente antes de acoger totalmente una nueva idea. «Ni el último en abandonar lo viejo ni el primero en probar lo nuevo». Requieren tener referencia de experiencias exitosas de su entorno antes de adoptar la innovación.
Mayoría tardía (34%); son los escépticos. Asumen un aire de desconfianza y cautela ante las innovaciones. Se sienten incómodos con los cambios y tecnología, y les resulta indispensable la presión de sus congéneres para motivar la adopción.
Rezagados (16%); son los últimos en adoptar la innovación o simplemente la rechazan. Aquí se incluyen por lo tanto los individuos que en su mayoría nunca llegan a adoptar. Son los tradicionales, su única referencia es el pasado y toman sus resoluciones con el criterio de lo que ha realizado la generación anterior.
¿Cuál de los cinco perfiles descritos predomina en tus clientes y qué tipo de innovación empieza a anunciarse en tu rubro?
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¡Nos vemos pronto!
Autor: Jorge Chozo
Consultor, mentor y speaker.
Founder & CEO of Chozo Marketing.
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